La pandemia está acelerando la adopción de tecnología y la transformación del trabajo. El Internet de las Cosas, los robots o el análisis big data son algunas de las nuevas tecnologías con mayor penetración en España.
La pandemia ha provocado que las empresas hayan tenido que afrontar en pocas semanas unos cambios tecnológicos que hubieran tardado varios años en adoptar en circunstancias normales. Esta afirmación casi se ha convertido en un lugar común, y quizá sea algo exagerada, pero es indudable que la crisis generada por la COVID-19 ha empujado a muchas organizaciones a apresurarse en la toma de algunas decisiones y en la puesta en marcha de iniciativas que normalmente llevarían mucho más tiempo. La implementación del trabajo remoto es un claro ejemplo de ello.
En cualquier caso, es indudable que ya llevábamos varios años inmersos en un proceso de transformación digital. Los datos recogidos en la ‘Encuesta sobre el uso de TIC y del comercio electrónico en las empresas’, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), así lo demuestran. Según este informe, con datos del primer trimestre del año -afectado sólo parcialmente por la pandemia-, prácticamente todas las empresas españolas consultadas (98,2%) con 10 o más trabajadores cuentan con conexión a internet. Además, 4 de cada 5 de ellas (78,1%) disponen de página web, casi dos tercios (63%) usan medios sociales y el 84,3% emplean sistemas de firma digital. Además, el 28,2% de estas compañías compran servicios en la nube.
En cuanto a las nuevas tecnologías más utilizadas en las empresas, destaca la adopción del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), puesto que el 16,8% de las compañías encuestas afirma que ya usa esta tecnología. Este porcentaje se eleva hasta el 18,4% en el sector servicios, en el que el análisis big data también tiene una penetración de 10,4%, por encima de la media de las compañías nacionales (8,5%). Los robots es la nueva tecnología más empleada en la industria (19,3%), una penetración muy superior al conjunto de las empresas de todos los sectores (8,9%), igual que sucede con la impresión 3D (8,2% en la industria, frente al 5% de media global).
Y si el conjunto de la economía, y de la sociedad, ya estaba afrontando esta transformación digital, la pandemia va a acelerar este proceso, afectando al mercado laboral. Al menos así lo cree el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), según recoge en su informe ‘The Future of Jobs Report 2020’.
El estudio indica que el ritmo de adopción de tecnología no sólo no disminuirá como consecuencia de la pandemia, sino que incluso puede acelerar en algunas áreas. La incorporación de la computación en la nube, el big data y el comercio electrónico siguen teniendo alta prioridad para los líderes empresariales, en línea con los resultados de ejercicios previos. Pero este año ha habido un aumento significativo en el interés por el cifrado, los robots no humanoides y la inteligencia artificial.
Además, el WEF hace hincapié en que la automatización, conjugada con la crisis provocada por la pandemia, está generando una doble disrupción en el mercado laboral. Así, adelanta que la interrupción de negocio generada por los confinamientos y cierres, la contracción económica y la adopción de tecnología por parte de las empresas transformará las tareas, trabajos y habilidades en los próximos cinco años.
De hecho, el 43% de las organizaciones consultadas aseguran que estarían dispuestas a reducir su fuerza laboral por la integración de tecnología. Por otro lado, el 41% planea expandir su fuerza laboral debido a la integración de tecnología. Así, el WEF prevé que 85 millones de trabajos sean ‘desplazados’ en 2025, debido a un cambio en la división del trabajo entre humanos y máquinas. A la par, surgirán 97 millones de puestos laborales que se adaptarán mejor a esta nueva división.
Y aunque la generación de nuevos puestos de trabajo sería superior al número de empleos destruidos, el WEF advierte que la creación de empleo se está desacelerando, mientras que la destrucción de empleo está acelerando.
En cuanto a la adopción del teletrabajo, el informe asegura que ya es una realidad. Según los datos recabados, el 84% de los empleadores están preparados para digitalizar rápidamente los procesos de trabajo, incluida una expansión significativa del trabajo remoto, con el potencial de mover el 44% de su fuerza laboral para operar a distancia.