Mucho se está hablando, durante los últimos días, de las consecuencias económicas negativas del Brexit, es decir, de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. No deja de ser normal que, en este tipo de coyunturas (más allá de su carácter democrático, el cambio tiene efectos ciertamente traumáticos), se incida especialmente en los perjuicios.

De hecho, se trata de un argumento que, al margen de sus aspectos veraces, también parece haberse convertido en un ‘discurso del miedo’ en todo el continente. No obstante, los contextos de crisis también generan oportunidades.

Oportunidades y posibilidades de negocio, en el marco del Brexit, para los países que van a permanecer en la Unión Europea. Por lo tanto, la salida de Reino Unido del ámbito comunitario abre posibilidades de negocio que pueden explorar, por ejemplo, las pymes y los emprendedores españoles.

Oportunidades concretas

cartas-brexitNo cabe duda de que las bolsas ya habían descrito escenarios bajistas relacionados con el Brexit. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que se descartan coyunturas catastrofistas. De hecho, la depreciación afectará, sobre todo, a los activos británicos.

Por otra parte, esta creciente volatilidad de los mercados (marcada, sobre todo, por las continuas caídas) se revela como un escenario especialmente propicio para encontrar buenas oportunidades de inversión. Se trata de oportunidades que, grosso modo, puede decirse que generan valor. Hay que valorar que estas oscilaciones a corto plazo pueden estar correlacionadas con inversiones rentables a largo plazo.

Otro aspecto que no pasa desapercibido es la devaluación de la libra esterlina, circunstancia que implica que los inversores extranjeros en Reino Unido ganan poder adquisitivo. Esto beneficia, por ejemplo, a los españoles y, de hecho, puede estimular la inversión en mercados como el inmobiliario, que contaba con los precios más altos del mundo. La previsión, en este sentido, según la consultora KPMG, apunta a un descenso de los importes de los pisos de en torno a un 5 %.

El “fuera es fuera” espetado por el presidente de la Comisión Europea, por otro lado, puede tener también consecuencias notorias en la reestructuración financiera de Europa. Según la mayoría de analistas, no tiene mucho sentido que el centro financiero europeo, la conocida popularmente como City, se siga ubicando en Londres, si Reino Unido no va a integrar el proyecto comunitario.

Por lo tanto, hay ciudades de la Unión Europea (como Dublín, Frankfurt o París) que ya están preparando su candidatura para albergar este nodo económico fundamental. Sin lugar a dudas, el emplazamiento de este centro financiero genera un alto porcentaje del PIB nacional y de la recaudación de impuestos, además de un número destacado de puestos de trabajo.

En este sentido, vale la pena reseñar que España cuenta con unas buenas condiciones para optar a esta sede. ¿Será la nueva ‘City’ europea?

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