Amazon mostrará cuatro nuevas piezas de tecnología robótica, incluyendo robots totalmente autónomos y escáneres de alta tecnología.
La nueva tecnología llega diez años después de la compra de Kiva por parte de Amazon, que inició una carrera armamentística entre los minoristas para entregar los productos de forma más rápida y eficiente con la ayuda de la automatización.
Además del robot autónomo y los escáneres, la tecnología que muestra Amazon incluye una célula de trabajo robotizada para el movimiento de paquetes pesados y un sistema de almacenamiento en contenedores. Este último se está probando actualmente en fase beta en Texas, mientras que los otros se encuentran en las primeras fases de las pruebas alfa.
Dada la envergadura de Amazon, que facturó 470.000 millones de dólares el año pasado, cualquier nueva tecnología tiene que funcionar miles de veces al día, con fiabilidad, eficiencia y seguridad. Toda la nueva tecnología logística ha sido desarrollada internamente por el grupo de robótica de Amazon.
El robot totalmente autónomo, llamado Proteus, es el primero de Amazon. Este robot verde y negro puede navegar de forma autónoma por los almacenes de Amazon y levantar GoCarts para trasladarlos al muelle de salida, organizándolos con la ayuda del aprendizaje automático para que los paquetes se carguen en el orden correcto.
Mientras que la mayoría de los robots autónomos se paralizan cuando ven grupos de personas, Amazon dice que Proteus será capaz de trabajar alrededor de ellos. Se abrirá paso muy lentamente a través de esa multitud de personas, muy lentamente, muy intencionadamente.
Por su parte, la célula de trabajo para paquetes pesados, conocida como Cardinal, utiliza la inteligencia artificial y la visión por ordenador para seleccionar un paquete de una pila, levantarlo y colocarlo en un carro, lo que permite clasificar los paquetes antes y reducir el riesgo de lesiones. Amazon está probando actualmente el brazo robótico Cardinal para la manipulación de paquetes que pesan hasta 15 kilos.
Esta tecnología es una extensión de un brazo robótico ya existente, conocido como Robin, que ha estado en el campo durante aproximadamente un año.
El sistema de escaneo de alta tecnología, por su parte, utiliza inteligencia artificial y cámaras que funcionan a 120 fotogramas por segundo para escanear automáticamente los paquetes mientras los trabajadores del almacén los mueven. Funciona en segundo plano, lo que elimina la necesidad de que los trabajadores utilicen escáneres manuales para registrar los códigos de barras a medida que los paquetes avanzan hacia su destino.
Por último, el sistema de almacenamiento en contenedores cambia la forma en que se mueven los artículos, colocando los contenedores en vainas más grandes que pueden moverse por el centro de cumplimiento. Las cápsulas más grandes pueden transportar más productos, por un valor de unos 2.000 kilos, frente a los 1.200 kilos de las cápsulas amarillas actuales. Un programa informático determina qué cápsula tiene el contenedor con el producto necesario, dónde se encuentra ese contenedor en la cápsula y cómo cogerlo y llevarlo hasta el empleado.