Desde hace años nos está volviendo poco a poco, y cada vez más, una tendencia en alza, qué es el estilo único de las cosas hechas a  mano, cada cual único y diferente.

Atrás quedó, por fin, la creencia de que las cosas hechas a mano no eran «cool» y se tiraban en la basura o se guardaban por lastima en el baúl de la abuela en el fondo del trastero. En estos últimos años la producción en serie consiguió abaratar costes y llegar más rápido a todos los rincones, pero a cambio se consigue la despersonalización y originalidad del producto. Esa fue la gran apuesta de las multinacionales, pero afortunadamente cada día se va imponiendo más la individualidad y la calidad de las cosas hechas artesanalmente hasta el punto de ser algo que sube el valor y la calidad al producto y se hace una etiqueta especial para recalcarlo. De hecho a día de hoy hay muchas personas que lo han convertido en un estilo de vida.

Es un producto a medida con una calidad que cada artesano en particular elige para sus creaciones y forma de vida. Se vuelven a buscar técnicas antiguas de nuestros ancestros como pueden ser tintes, curtidos, herramientas, materiales… etc y se combinan con técnicas actuales informatizadas, materiales de reciente creación, tendencias ultra modernas y se hace una fusión muy particular y original.

 

Internet es una herramienta que abre al mundo un sin fin de posibilidades para que los nuevos profesionales que se atrevan a fabricar sus propios productos, tengan la posibilidad de venderlos y crear su propia marca de los productos que se fabrican con sus propias manos.

 

La generación millennials ha crecido en un mundo totalmente masificado e industrializado, sin personalidad que busca justo lo contrario. Vuelta al campo, a lo natural, búsqueda del individuo y su potencial creativo en pequeños talleres.

Nuevos jóvenes diseñadores que ponen todo su potencial al servicio de esta filosofía y que cada vez interioriza en más aspectos de la vida diaria y hace que más personas vean su futuro aquí. Desde joyas hasta calcetines y pasando por bolsos, zapatos, tejidos, muebles de interior, bicicletas, cervezas… etc. un sinfín de productos que garantizan el compromiso de la empresa a utilizar materiales sostenibles e intentando provocar el menor impacto medioambiental, son al fin un ejemplo de elaboración responsable y asequible, que puede competir con el resto de marcas peo con su etiqueta Handmade, sin restarle diseño ni calidad y dejando intermediarios innecesarios que al final solo encarecen el producto.

 

Gracias a estos nuevos pioneros están resurgiendo oficios olvidados en el tiempo.

Hasta la gran plataforma de venta online ha visto el potencial y apuesta por miles de artículos creados en diferentes países como nuevo mercado. Compitiendo directamente con el primer marketplace que nació hace 13 años en Brooklyn con más de 1 millón de empresarios Handmade.

Este sector es el que mejor se está adaptando a los nuevos cambios y han encontrado en la red a su gran aliado, ya que las nuevas generaciones buscan más información gracias a esos canales que el marketing tradicional. Se buscan personas individuales, influencers y famosos  que a partir de su imagen expanden el nombre de estas empresas por el mundo, una marca más personal y humanizada, la imaginación reclama su sitio, es la revolución de lo artesanal, lo diferente. Ya lo decía Coco Chanel, si quieres ser único, tienes que ser diferente.

 

 Bienvenido Handmade

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