La situación económica ha supuesto una oportunidad para aquellos emprendedores, autónomos y pymes que han sabido adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
Diseñar un plan de empresa no es obligatorio, pero sí muy útil para evaluar un proyecto y ayudarnos a seguir una hoja de ruta en el proceso de creación de una nueva empresa. Estas serían algunas recomendaciones:
-Disponer de una idea u ofrecer un producto o servicio innovador.
-Para que un negocio tenga éxito en el mercado, debe ser útil (responder a una necesidad y por tanto, tener demanda) y ofrecer un valor añadido, diferente al resto de productos o servicios del mercado, que lo haga atractivo, tanto para los potenciales clientes como para posibles inversores.
-No es necesario que sea un producto nuevo, pero sí que incluya alguna novedad o mejora en relación con la competencia, ya sea en cuanto al producto en sí o en cuanto a su procesado o elaboración, a la forma en la que se comercializa, etc.
Elaborar un estudio de mercado
Consiste en analizar los consumidores potenciales y la competencia, determinar qué proveedores y/o distribuidores necesitaremos y finalmente reflejar todo en un análisis DAFO (debilidades-amenazas-fortalezas-oportunidades), para evaluar la situación de partida y facilitar la toma de decisiones. Ello puede ayudar a redefinir los productos o servicios, descubrir nichos de mercado y segmentos de población a quien dirigir un producto, etc.
Trámites, forma jurídica y financiación
Dependiendo del tipo de actividad, capital disponible o número de socios, se optará por una forma jurídica u otra. La modalidad que no requiere de un capital de partida y conlleva menos trámites es la de autónomo. Es la opción elegida por muchos emprendedores para crear una empresa, ya que las Administraciones han promovido ayudas y subvenciones en este sentido (por ejemplo, la «tarifa plana» de nuevos autónomos), aunque no se debe caer en el error de iniciar un negocio solo en base a subvenciones.
Aunque se prevea que los gastos iniciales sean escasos, siempre es aconsejable disponer de una provisión de recursos propios, para atender las necesidades hasta tener un flujo de ingresos suficiente, y limitar la financiación ajena o externa.
En caso de necesitar acudir a recursos externos como microcréditos, préstamos especiales del ICO, opciones de alquiler como leasing o renting, crowdfunding o los business angels, estos pueden ser alternativas valorables.
Plan de viabilidad, comercial y de recursos humanos
En este apartado se valorarán todas las entradas por ventas o comercialización de los servicios, así como las salidas o gastos (materias primas, producción, comerciales, recursos humanos, etc.), siendo una opción interesante para muchos autónomos y emprendedores el alquiler de un espacio de trabajo compartido o coworking.
Finalmente, todo ello se reflejará en un plan de tesorería y cuenta de resultados, ayudándonos a simular la situación económica de nuestro proyecto a un año vista.