El negocio de las bodas

La fuerte influencia de los famosos de la parrilla televisiva y de las estrellas del cine, han hecho que de algún modo envidiemos sus vidas de lujos. Y qué mínimo sentirnos que al menos como los famosos el día más importante de nuestras vidas: Nuestra boda.

No hace tanto bastaba con una sala más o menos grande, un menú que no escaseara para evitar las malas lenguas, mucho alcohol después de la cena o el almuerzo, y bailar hasta que el cuerpo aguante o hasta que el camarero dijese “hasta aquí, se acabó los cubatas”.

Internet, el marketing digital, los viajes, las series… todo ha influido en el negocio de las bodas, creando una infraestructura propia, un miniuniverso dentro de evento a celebrar.

Oferta gastronómica, lugares imposibles para alquilar como palacetes, antiguos monasterios, orquestas, atrezo, decoradores, packaging, mesas dulces, letras gigantes para bodas, drones sobre volado el lugar de la boda… todo lo que se te ocurra o puedas pagar, ya es una realidad.

Las bodas son rentables para muchas Pymes

En el año 2015 la boda media alcanzó los 16.500 euros. Tres años después la cosa ha ido subiendo, y una boda vale lo mismo que un coche. Unos 18.000 euros.

La tendencia de las bodas son en líneas generales un catering más sofisticado, hemos pasado de las croquetas de puchero, al tartar de salmón y mango. Los llamados corners, donde puedes encontrarte a alguien cortando jamón, otro haciendo sushi, nubes de algodón o incluso brochetas de quesos de Italia…

Barmanes profesionales, cantantes y músicos, animadores para los niños con castillos hinchables desplegados en el jardín, y las mesas dulces esperando a que tanto grandes y pequeños picotena golosinas y cupcake.

No olvidar de los fotógrafos profesionales, ya no “solo hacen fotos” el acabado final es de cine, videos y montajes dignos de cortometraje. Algunos hasta viajan con los novios a países exóticos. (Sí, mucho dinero).

Es por ello por lo que quizás estés pensando en montar un negocio online para vender y atraer a ese futuro marido y mujer a comprar tu producto. Si crees que vas a romper el mercado, que puedes ofrecer algo de valor, adelante no hay mejor momento que este. Pero recuerda, eres un pez en un mar lleno de tiburones. Deberás hacer un estudio de mercado y analizar muy bien que puedes ofrecer que ya no se ofrezca o mejorarlo.